Hotel Rural Les Robelles

El Hotel Robelles se plantea en una parcela situada en el ámbito circundante al pantano Amadorio en cuyo entorno se pretenden potenciar las actividades turísticas vinculadas a la naturaleza, caracterizadas por su integración en el medio natural, y su baja intensidad edificatoria, así como crear un tejido terciario-hostelero, que ayude a vertebrar la ordenación, complementando la oferta estrictamente lúdica y deportiva. 

El proyecto se desarrolla a través de una serie de unidades más o menos dispersas, que se van asentando y acomodando según la topografía del terreno, de tal forma que el impacto tanto a nivel visual como ambiental sea el mínimo posible. Cada una de estas unidades, pertenecen a las habitaciones, existiendo un volumen de mayor peso arquitectónico en el proyecto que lo conforman las zonas comunes del hotel, como recepción , cafetería, comedores, despachos, elementos de uso interno del hotel, etc.

Las habitaciones se van conformando en agrupaciones de 3, 4 o 6 unidades, según el caso, creando una dispersión y variedad, como si de un pequeño núcleo de población se tratase, evitando en todo momento la implantación de una gran edificación que desentone con el ámbito objeto de la actuación.

Se crea una imagen visual del complejo, interior y exterior, totalmente diferenciada.

En cuanto a su imagen exterior, estas unidades son literalmente absorbidas y mimetizadas con su entorno, debido al tratamiento que de ellas se realiza. Las terrazas descubiertas que posee cada una de ellas, tienen como límite físico, un talud de vegetación, que al mismo tiempo, que las aísla de las unidades contiguas, y del espacio público, las embebe en el paisaje. Las cubiertas inclinadas, algunas de ellas ajardinadas y en la misma dirección de la pendiente, quedan integradas perfectamente en el paisaje, siendo elementos que a pesar de su entidad, pasan totalmente desapercibidos.

En cuanto a su imagen interior,  se pretende no perder de vista la ubicación de la construcción. Es decir, el municipio de Villajoyosa, cuya imagen es la del casco antiguo de la ciudad, con pequeñas casas pintadas en diversos colores, y creando una policromía típica de la zona. Por ello, se intenta recrear esta situación, pero ya en la imagen interior del conjunto, sin que exteriormente, pueda significar una clara ruptura con el entorno.

En cuanto al volumen principal, cabe destacar su mayor envergadura en dimensiones, pero integrado nuevamente en este entorno del pantano Amadorio. 

El acceso a todo este complejo, se realizará a través de un vial, que circunda a todo el complejo, con zonas de aparcamiento a lo largo del vial, tanto para las habitaciones, como para las zonas comunes, piscinas, e incluso instalaciones deportivas, creándose una gran bolsa de estacionamiento para el Área Social, y otro de menor envergadura para el personal y carga y descarga. 

El tratamiento de toda la urbanización, se realizará, mediante rampas, que irán “reptando” por el escarpado terreno, hasta alcanzar las cotas necesarias, en donde se ubican las edificaciones, siempre con un tratamiento del pavimento respetuoso con el entorno. La vegetación será abundante, respetándose, prácticamente toda la vegetación existente actualmente.

Se proyecta tanto una zona con piscina y zona de esparcimiento, así como una zona con pistas deportivas, para el desarrollo de diversas actividades deportivas. En la zona más cercana a la ladera de la montaña, se pretende dejar una zona totalmente salvaje, permitiendo realizar actividades de senderismo, escalada, o cualquier otra actividad relacionada con este tipo de paisaje.

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